¿Qué es importante para escribir un buen caso de enseñanza?
Un buen caso didáctico debe ampliar las posibilidades de aprendizaje. Debe permitir la aplicación de principios, modelos y teorías a las situaciones de gestión. Hablamos un poco más sobre las características de un buen estuche aquí en este post.
Por lo tanto, para comenzar a escribir un caso, debe tener en cuenta:
- Los objetivos de aprendizaje con este caso: ¿qué permitirá aprender a los participantes? ¿Cómo colaborará con la formación de administradores?
- Situación problemática: ¿Qué problemas de gestión se abordarán? ¿Cuál es el aspecto que debe ser analizado y/o decidido por el participante?
- Los conceptos, principios y teorías a aplicar: ¿qué elementos teóricos se abordarán a partir de esta discusión? ¿Qué cuadros se acoplarán?
- La narrativa: ¿cuál es el contexto organizacional, quiénes son los personajes, cómo interactúan entre sí? ¿Cuáles son las convergencias y tensiones de la historia?
Es importante recordar que el caso debe ser un viaje, como dice el profesor Scott Andrews En este video del Centro de Casos. Para él, más que partir del punto A al punto B, es necesario saber qué puntos deben visitarse durante el transcurso de una clase de casos.
Otro aspecto a recordar es la importancia de una narrativa rica, con evidencias, elementos, aspectos que nos permitan captar el contexto de esa organización donde se da la situación-problema. Una advertencia: debemos asegurarnos de que la forma de contar esa historia no sea infantilizada o parcial.
Los personajes, como todas las personas, tienen sus dudas, angustias, preguntas, inseguridades, etc. Estos aspectos reales y complejos pueden ser explorados, evitando retratar al personaje solo como un "héroe". Este aspecto aporta veracidad e involucra a los lectores del caso, quienes se ponen en la piel de ese personaje a lo largo de todo el caso.
Y finalmente, un buen caso de enseñanza debe abrirse a varias posibilidades, en lugar de dirigirse a una respuesta correcta x una respuesta incorrecta.