¿Cómo leer un caso?

Uno de los pasos más importantes para el buen funcionamiento de una clase basada en el método del caso es la preparación. Forma parte de la tríada revelada por Ellet ( ): preparación, presencia y participación.

Para que se siga este camino, es necesaria una lectura de calidad.

Pero, ¿qué es una lectura fructífera de un caso? La respuesta es: lectura activa.

La lectura activa es un proceso de aprehensión de contenido escrito en el que se interactúa con él a lo largo de la lectura. Es decir, lees y te haces preguntas a ti mismo y al texto todo el tiempo. Marcas información clave (recordando que un buen caso tiene ruido y algunas imprecisiones para simular la realidad del proceso de toma de decisiones). Es la capacidad de leer activamente lo que coloca al lector como la pieza central de esa trama, evaluando las ideas centrales.

La lectura activa es crucial para una buena comprensión del caso. Leer activamente significa interactuar con el contenido, problematizar, tomar notas, investigar temas que aparecen y que aún no dominas, hacer conexiones con tus conocimientos y experiencias previas. Durante tu lectura, haces conexiones con otras experiencias, haces preguntas que no son obvias. Todo esto acumula elementos para que el caso tome forma y se organice la información relevante.

Un consejo importante es que probablemente leerá el caso más de una vez. Y tu lectura puede no ser lineal: avanzarás, volverás, consultarás puntos destacados, retomarás aspectos después de conocer las preguntas para el análisis. De esta manera, se obtiene un mecanismo más poderoso para comprender y analizar críticamente lo que se está leyendo, proporcionando mejor información para el siguiente paso: el análisis del caso.