¿Cómo discutir un caso en el aula?
La discusión en el aula es el momento más esperado en una dinámica de aprendizaje basada en casos didácticos. Por esta razón, Ellet (2007) dedica un capítulo de su libro a este tema y aporta Ideas que me gusta abordar en el aula, con el fin de crear un ambiente colaborativo y propicio para que trabajemos con los casos, sacándoles el máximo provecho.
A medida que el profesor ha pasado por la experiencia de discutir los mismos casos en diferentes clases y en diferentes momentos, se hace más claro lo imposible que es controlar el resultado. Incluso hay una belleza en el proceso: el resultado es único y depende del grupo.
Hay estudiantes más comprometidos, hay diferentes visiones del mundo. Yo mismo he experimentado discutiendo el mismo caso con clases con composiciones muy diferentes y me impresionó lo diferente que era el punto de llegada, lo que hace que el proceso sea más interesante.
Por lo tanto, la estandarización de las respuestas no es un criterio válido ni deseable.
Un aspecto que está bastante claro en mi experiencia es que cuanto mayor es el nivel de preparación del profesor que conduce el debate y de los alumnos, más rico y fructífero es el debate. Cuando el pilar de preparación se ha hecho correctamente, la participación tiende a ocurrir con mayor calidad. Por lo tanto, el curso debe reservar tiempo y fomentar una buena preparación. Esto marcará la diferencia en la calidad del debate.
Para el debate de un caso, los roles tienen que estar claros y ajustados entre los participantes también. Se espera un acuerdo de convivencia en el que se respeten los tiempos de uso de la palabra y se valore la escucha como parte integral del proceso de comunicación. Además, es fundamental que la corresponsabilidad de los participantes sea visible para todos para que sea un debate rico e interesante.
Una buena clase de casos es inquietante. La gente quiere exponer sus puntos de vista y está dispuesta a hablar. Sin embargo, para tomar una frase de Ellet (año, página): " La incomodidad es inevitable " (la incomodidad es inevitable). Después de todo, existen varios riesgos relacionados con la exposición de sus ideas en público. Por esta razón, es necesario invertir en el fomento de un ambiente social acogedor que respete las diferencias de opinión, lo que será fundamental para el uso exitoso de los casos didácticos. Por último, debe quedar claro el papel del docente como mediador y los participantes como protagonistas.
Referencia:
ELLET, W. El Manual de Estudios de Caso . Harvard Business Press, Cambridge: 2007.